En entrevista, dijo que la sorpresiva colocación de carpas de la feria de Cholula forzó al INAH a cerrar la puerta de salida ubicada exactamente frente a la gran pirámide porque, al parecer, será ocupada por un puesto o bloqueada parcialmente por espacios rentados a comerciantes.

Mencionó que desde el miércoles informó de los amarres hechos a la valla de la zona arqueológica, así como de los clavos que se están colocando en el parque Soria, a los responsables del área de Aplicación de Reglamentos y Normatividad, quienes a su vez indicaron que comunicarían esta inquietud al Comité Organizador de la Feria.

Pero, hasta ayer jueves nadie se ha acercado por parte del gobierno municipal a informar de manera oficial los planes para instalar un corredor comercial en los andadores y prácticamente pegado a la cerca que resguarda el perímetro poniente de la zona arqueológica, indicó.

Martín Cruz Sánchez reiteró que, al parecer, las autoridades municipales desconocen que debe existir coordinación con el gobierno federal para proteger la zona arqueológica porque es una nueva administración y porque se reinicia esta festividad después de dos años de pandemia.

Sin embargo, consideró necesario y urgente establecer niveles adecuados de comunicación para mantener a salvo el patrimonio arqueológico de Cholula.

“Si se trata de asegurar el disfrute de los visitantes de la feria, de la promoción turística y de la conservación de las tradiciones, el ayuntamiento y el INAH deben coordinarse”, insistió.